El mundo del café siempre ha sido tan variado como apasionante, pero raras veces presenciamos la emergencia de un cultivar que amenaza con cambiar las reglas del juego. La variedad Arara es precisamente esa rareza. Originaria de Brasil, esta nueva estrella en el firmamento cafetero no solo está en auge, sino que también está demostrando ser una fuerza a tener en cuenta, superando incluso al legendario café Geisha.
Historia y Origen
El Arara no es un recién llegado en el estricto sentido de la palabra. Fruto de un cruce natural entre las variedades Obatà e Icatu amarillo en la década de 1980, ha tardado décadas en hacerse notar. Pero cuando lo ha hecho, ha sido con una fuerza arrolladora, ganándose el apodo de "Geisha Brasileño" gracias a sus impresionantes características en taza.
Un Gigante en Productividad
Mientras que el café Geisha es conocido por sus delicadas notas y calidad premium, también tiene sus desafíos en cuanto a productividad. Aquí es donde el Arara brilla con luz propia. No solo es altamente resistente a amenazas como la Roya del cafeto y otras enfermedades, sino que su rendimiento en campo es inigualable. Además, su fruto grande y grano de tamiz alto lo hacen aún más deseable.
Condiciones de Cultivo
El Arara es adaptable y resistente. Prospera en altitudes de 600 a 1.300 m.s.n.m., en climas que oscilan entre los 19ºC y los 22ºC. Estas condiciones, que son características de diversas regiones brasileñas, también sugieren que el Arara podría adaptarse bien en otras regiones cafeteras del mundo.
El Sabor que Conquista
El café, en última instancia, se juzga por su sabor. Y el Arara no decepciona. Aunque todavía es un recién llegado en comparación con variedades más establecidas, ya ha dejado una impresión indeleble gracias a su perfil limpio, dulce y complejo en taza.
¿Por Qué es el Futuro?
El Arara combina lo mejor de ambos mundos: productividad y sabor. Sus árboles compactos son fáciles de cosechar, sus granos tienen una calidad excepcional y su resistencia a enfermedades lo hace ideal para productores que buscan un retorno de inversión confiable. Es, en muchos aspectos, el cultivar de café del futuro.